Una tragedia en cuatro capítulos

La historia de un amor no correspondido que por supuesto termina mal. Gran canción, sino la mejor de Joan Manuel Serrat en una versión de Antonio Vega que para mi supera a la original.
 

      Antonio Vega - Romance de Curro El Palmo
 
La vida y la muerte bordada en la boca, tenía Merceditas la del guardarropa. La del guardarropa, del tablao de «El Lacio», un gitano falso, ex-bufón de palacio. Alcahuete noble, que -al oír los tiros-, recogió sus capas y se pegó el piro. Se acabó el jaleo, y el racionamiento le llenó el bolsillo, y montó este invento, en donde «El Palmo» lloró cantando.
 
Ay, mi amor, sin ti no entiendo el despertar. Ay, mi amor, sin ti mi cama es ancha. Ay, mi amor que me desvela la verdad, entre tú y yo, la soledad y un manojillo de escarcha.
 
Mil veces le pide y mil veces que «nones», de compartir sueños, cama y macarrones. Le dice, burlona: «Carita gitana, ¿Cómo hacer buen vino de una cepa enana?» Y Curro se muerde los labios y calla, pues no hizo la mili por no dar la talla. Y quien calla, otorga, como dice el dicho… Y Curro se muere por ese mal bicho. Ay! Quien fuese abrigo, para andar contigo.
 
Ay, mi amor, sin ti no entiendo el despertar. Ay, mi amor, sin ti mi cama es ancha. Ay, mi amor que me desvela la verdad… Entre tú y yo, la soledad y un manojillo de escarcha.
 
Buscando el olvido se dio a la bebida, al mus, las quinielas… Y en horas perdidas se leyó enterito a Don Marcial Lafuente, por no ir tras su paso como un penitente. Y una noche, mientras palmeaba «farrucas», se escapó Mercedes con un «cura-pupas» de clínica propia y Rolls de contrabando. Y, entre palma y palma, Curro fue palmando, entre cantares por soleares.
 
Ay, mi amor, sin ti no entiendo el despertar. Ay, mi amor, sin ti mi cama es ancha. Ay, mi amor que me desvela la verdad… Entre tú y yo, la soledad y un manojillo de escarcha.
 
Quizás fue la pena o la falta de hierro. El caso es que un día nos tocó ir de entierro. Pésames y flores, y dos lagrimitas que soltó la Patro al cerrar la cajita… A mano derecha, según se va al cielo, veréis un tablao que montó Frascuelo, donde, por las noches, pa las buenas almas, el Currito «El Palmo» sigue dando palmas. Canta sus males por «celestiales»:
 
Ay, mi amor, sin ti no entiendo el despertar.Ay, mi amor, sin ti mi cama es ancha. Ay, mi amor que me desvela la verdad… Entre tú y yo, la soledad y un manojillo de escarcha.
 
acá un hilo muy copado donde Jorge Decarlini analiza la letra.

 

2 comentarios en “Una tragedia en cuatro capítulos

  1. Hola ,

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    ¿Cuál es el precio si queremos anunciarnos en su sitio?

    Salud
    nancy perez

  2. Hola nancy perez
    gracias por sus palabras, le comento que a cambio de un chillón de dólares el sitio es suyo!

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